El feedback es una de las herramientas más importantes en el diseño gráfico, ya que la retroalimentación es esencial para encaminar cualquier trabajo y tener mejores resultados. 

¿Pero por qué es crucial? Pues bien, es una herramienta que nos da una oportunidad de ajustar nuestro trabajo, pero también de ver nuestros errores y poder mejorarlos para no volver a cometerlos. En el caso de los diseñadores, esto implica que el cliente pueda ayudar a mejorar los archivos recibidos y asegurarse de que el resultado final cumpla con sus expectativas originales. Si el feedback es claro, puede ayudar a marcar una diferencia muy grande entre lo que se considera un trabajo mediocre y un trabajo excelente. 

Los beneficios del feedback son incontables, es por eso que es tan importante ir enseñando a los clientes el proceso del trabajo, para poder mejorarlo entre ambos, aunque el peso total del trabajo recaiga sobre el diseñador. Sin embargo, también puede darse casos en los que el feedback sea inexistente, lo cual puede ser frustrante. De hecho, no recibir feedback puede resultar incluso devastador para el diseñador, haciéndolo sentir que está trabajando a ciegas.

Pero esto se puede llegar a solucionar, del diseñador depende direccionar su trabajo y comenzar a hacer preguntas directas al cliente para poder posicionarse en el buen camino.